martes, 20 de octubre de 2015

Historia de un crack: Sangre, sudor y Moncho


La web oficial de Deportivo Termidor presenta la nueva sección: Historia de un crack. Cada semana repasaremos la historia un jugador del Vinotinto, desde su vida deportiva hasta amorosa pasando por diferentes actos que marcaron un antes y después en su desarrollo profesional. Hoy: Samuel Panatteri.

Samu, Padriyo, Moncho o Cabeza de Micrófono. Comenzó su vida deportiva en el fútbol infantil de Paraná como lateral izquierdo e incluso llegó a ocupar el arco en alguna que otra ocasión. Pero su futuro no estaba en el deporte más popular y se volcó al básquet donde luego de algunos años y por incompetencia en ciertos personajes, se vio obligado a dejar la actividad. Pasó al rugby, deporte que practicó desde temprana edad y ahí se vio su mejor versión: el cavernicolismo, mote y distinción que lo llevó a ser uno de los defensores más duros de la historia de Deportivo Termidor que adquirió sus servicios en el inicio 2013. El CV de Padriyo también tiene como experiencia un paso por La Vagancia, un equipo que luchó hasta sus últimos días pero no pudo sobrevivir.
Asador por excelencia, con más de 1398 encendidas de leña en el lomo, su pico de rendimiento en la parrilla se dio en inmediaciones de Sol de Mayo en 2014 cuando asó 335 carpinchos en colaboración con la Comisión Directiva de Termidor para recaudar fondos. Su experiencia en la elaboración de alimentos se extiende a excelentes mejunjes para condimentar carnes que, mezclados con una poco de vino tinto, te dejan el ukulele como semáforo después de las 12 de la noche además de un aliento de dragón que es capaz de tumbar algún muñeco en espacios reducidos. Varios jugadores del Bordó son fanáticos de esos experimentos para salir a la cancha a respirar la nuca del rival.
Su indumentaria, con tapones afilados.
Fiel asistente al pantano y a las previas con La Vagancia, Samu reparte sus días enseñando Básquet en Independencia y buscando carne tierna, novillitos; esos que ha adquirido con frecuencia y con los que ha tenido más de un chasco. Al igual y diferencia de otros personajes, prefiere las relaciones pasajeras sin compromiso ya que por el momento su vida está marcada por el deporte y no necesita una representante que lo maneje.
Panatteri es uno de los jugadores que fue parte del plantel que ganó el único título para la institución bordó: Copa Calila 2014. Fiel a su estilo de tirarla para arriba como el resto de los defensores, también busca el tobillo rival en al menos una jugada por partido. Cabe destacar que nunca fue expulsado por agresión física sino verbal debido al mamarracho arbitral de cada fecha.
Sangre, sudor y lágrimas nunca faltarán con el número 3 en el terreno de juego. Sangre en el rival, sudor en su camiseta y lágrimas por el fútbol.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por el humilde homenaje .
    parrafo aparte para el chacal de la semana que esta mas buena que el vino en damajuana.

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