Historia de un crack: El hombre récord

Hoy, en Historia de un crack: Marcos Gastón Moyano,el arquero que no tiene manos, grita como puto nuevo, pasó por 137 clubes y tiene una meta que puede lograr.

Marcos Gastón, Moneda, Hombre Bala, Sin Manos o Panadero, apodos que lleva en su mochila uno de los arqueros de Deportivo Termidor. Marcos Moyano es un hombre ligado al deporte desde que llegó al mundo: empezó jugando al básquet en las categorías formativas de Los Andes donde gracias al entrenador, Fernando Fontela, desarrolló el famoso y conocido lanzamiento al aro llamado "catapulta", un tiro que le dio pocos réditos y, si bien aun lo mantiene, en esa parte de su historia lo hizo mutar al arco de la división 93 de fútbol.

Tablense, uno de los clubes de Mneda

A partir de allí Moneda inició una larga carrera en donde atravesó un sinfín de clubes siendo el futbolista que mas camisetas vistió en la historia del deporte mundial. Tablense, La Esperanza, Independencia, Villa Lugano, Defensores Unidos, Huincaló, Sol de Mayo, Deportivo Huachipato, Altos Hornos Zapla, Boxing Club, Yupanqui, Deportivo La Roca, Victoriano Arenas, Claypole, Cambaceres, Camioneros y Deportivo Achirense entre otros tuvieron el privilegio de tener bajo sus tres palos al carismático arquero que también juega afuera de la cancha. Hoy es el aquero suplente de la primera división de Mitre, institución a la que llegó y batió un récord: con 137 clubes en su espalda superó a Javier "Satanás" Paéz, el legendario defensor del ascenso argentino.

Entre sus principales características se destacan su habilidad para enchufar el parlante en pleno partido para darle indicaciones a sus compañeros y su instinto asesino, ese que saca a relucir en cada mano a mano (varios delanteros sufrieron los embates de Moyano y terminaron arriba de la ambulancia pidiendo ayuda). Además, desde que el legendario Alexis Acosta anotó un gol de arco a arco, Sin Manos se comió el personaje e intentó hacerlo varias veces aunque sin suerte. Su potente remate sólo sirvió para dejarle chichones a los delanteros de Termidor que intentaron controlar el balón tras un saque de arco del guardamenta.

Amante del vodka, las largas noches y la repetición de comentarios, Moneda supo ganarse a las gruesas fanáticas del Vintotinto que cada fin de semana se suben al paravalancha a la espera del triunfo y de algún chiche del excéntrico arquero.